En última instancia, sea cual fuere la época, todo parte del ser humano; todo confluye en él. Si queremos tender puentes que sostengan un siglo de paz, tendremos que enfocar la mirada en las personas. ¿Qué clase de individuos podremos forjar para el futuro? ¿Qué clase de vínculos unirán a los pueblos entre sí?
Con la inalterable convicción de que la verdadera paz sólo puede nacer en el corazón de los ciudadanos del mundo comunes y corrientes, Daisaku Ikeda asumió el compromiso del diálogo y desplegó encuentros con representantes de todas las esferas de la sociedad humana. Por más de 30 años, llevó adelante diálogos por la paz junto a una amplia diversidad de pensadores y activistas de distintas partes del mundo. Sus acciones parten tanto de su fe en la capacidad de las personas de crear puentes de amistad y confianza atravesando los abismos de las diferencias como también de su convicción de que la acumulación del peso de los esfuerzos sostenidos eventualmente inclinará incluso la balanza global hacia la paz.
El compromiso que Ikeda asumió al camino del diálogo fue fortalecido por su encuentro con el historiador británico Arnold Toynbee, con quien se reunió por primera vez en mayo de 1972. Su diálogo, titulado «Elige la vida», fue publicado en más de treinta idiomas.
Toynbee alentó a Ikeda a encontrarse con personas de excepcional calibre en su búsqueda de crear diálogos amplios por el bien de la humanidad. Toynbee le entregó entonces una lista de prominentes pensadores occidentales con los que le sugirió reunirse, abrigando grandes expectativas sobre él. Desde entonces, Ikeda llevó adelante discusiones con líderes de diversos campos alrededor del mundo, muchos de los cuales fueron publicados.
Algunos de los diálogos por la paz
Arnold Toynbee y Daisaku Ikeda. Londres, mayo de 1973.
El Nobel de la Paz argentino y Presidente del Comité de Notables del CIDIEP Adolfo Pérez Esquivel junto a Daisaku Ikeda. Tokio, diciembre de 1995.
El entonces Primer ministro de la China Zhou Enlai y Daisaku Ikeda. China, diciembre de 1974.
Aurelio Peccei, cofundador del Club de Roma, y Daisaku Ikeda. Paris, mayo de 1975.
El Dr. Linus Pauling, galardonado con los Nobel de la Paz y de Química, y Daisaku Ikeda. Los Ángeles, febrero de 1987.
El Nobel de la Paz Joseph Rotblat y Daisaku Ikeda. Okinawa, febrero del 2000.
La pionera de los derechos civiles norteamericanos Rosa Parks y Daisaku Ikeda. Los Ángeles, enero de 1993.
Nelson Mandela y Daisaku Ikeda. Tokio, octubre de 1990.
La futurista Hazel Henderson y Daisaku Ikeda. Tokio, octubre del 2000.
El expresidente Abdurrahman Wahid de la República de Indonesia y Daisaku Ikeda. Tokio, abril de 2002.
B. N. Pande y Daisaku Ikeda. Nueva Delhi, febrero de 1992.
El Dr. Tu Weiming, profesor en la Universidad de Harvard y autoridad mundial sobre el Confucionismo y la filosofía china, y Daisaku Ikeda. Tokio, abril de 2005.
Con el Nobel de literatura, el escritor ruso Mikhail A. Sholokhov, y Daisaku Ikeda. Moscú, septiembre de 1974.
Wangari Maathai, laureada con el Nobel de la Paz y Daisaku Ikeda. Tokio, febrero de 2005.
El poeta sudafricano Oswald M. Mtshali y Daisaku Ikeda. Tokio, mayo de 1991.
El crítico de arte francés René Huyghe y Daisaku Ikeda. Tokio, mayo de 1991.
El presidente de la Academia Brasileña de Letras Austregesilo de Athayde y Daisaku Ikeda. Brasil, febrero de 1993.
La excosmonauta y primera mujer en ir al espacio exterior, Valentina Vladimirovna Tereshkova, y Daisaku Ikeda. Moscú, mayo de 1995.
El escritor francés André Malraux y Daisaku Ikeda. Paris, mayo de 1975.
